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Vodafone, con su gama Smart, no sólo engloba smartphones económicos sino también tablets y con el Smart Tab III nos presenta un equipo que combina buen precio con unas especificaciones modestas pero competentes. Veamos qué nos ofrece.

Con un procesador Mediatek de cuatro núcleos a 1,2GHz y 1GB de RAM, no busca acercarse a la gama más potente pero sus especificaciones son lo suficientemente buenas como para poder desenvolverse con soltura.

El dispositivo lo firma Lenovo, algo que no oculta Vodafone en ningún momento ya que se puede encontrar el logotipo de la compañía china en la parte trasera. Una buena elección para este tipo de gama.

La resolución se queda un poco escasa y teniendo en cuenta que se trata de un dispositivo que vale menos de 150 euros es una cantidad más que aceptable. Sin ningún dato en especial, nos encontramos con otro tablet Android 4.2.2 que busca destacar por el precio.

A simple vista, el Smart Tab III de Vodafone no ofrece nada que no hayamos visto ya. Rectángulo negro con proporciones panorámicas y esquinas ligeramente redondeadas para facilitar al agarre. La parta trasera, de plástico, luce un poco con el logo metálico de Vodafone en el centro.

Cuando la cogemos en mano nos sorprende lo ligera que es para tratarse de un tablet de 10,1 pulgadas. Cómodo en mano, tanto cuando lo sostenemos con dos en horizontal o con una en vertical. El tacto del plástico es algo rugoso pero no incomoda.

Los botones están bien colocados, aunque al principio cuesta localizar el de encendido. Las ranuras de microSD y SIM se abren y se cierran sin problemas. La batería no es extraíble, pero eso tampoco es un gran problema.

El acabado en el marco del tablet es mejorable. Raspa un poco y es incómodo pero por lo demás, un diseño discreto pero bien fabricado. Si no nos importa que parezca un tablet genérico no tendremos ningún tipo de problema.

En la pantalla nos encontramos con una resolución de 1280×800 píxeles, lo cual, con las diez pulgadas, nos deja una densidad algo baja pero aceptable. Tecnología TFT que en este caso se ve un poco mejor que el Yoga Tablet, también obra de Lenovo.

Los textos siguen dando ese toque pixelado feo que hace que leer pueda llegar a ser un poco incómodo. La gestión de los colores es bastante más acertada y no están tan lavados, el ángulo de visión es correcto y el cristal protector no da muchos brillos.

Podemos usarla con hasta diez dedos a la vez, con una respuesta perfecta, como cualquier otro tablet Android. De nuevo, a la altura teniendo en cuenta el precio pero un poco baja si nos ponemos ligeramente exigentes.

En la parte de software nos encontramos con Android 4.2.2 instalado de serie. Junto a ella, unas cuantas aplicaciones de Vodafone para aderezar la experiencia del usuario. Por fortuna, la compañía inglesa ha aprendido mucho desde aquella época en donde se decía que un teléfono estaba vodafonizado.

Aplicaciones hay, pero no son muchas ni muy intrusivas. Además, Vodafone ha dejado prácticamente todo igual como si fuera un tablet Android: mismo launcher, mismas aplicaciones por defecto. Lo han respetado bastante.

El procesador de cuatro núcleos de Mediatek rinde bien, por debajo de los Qualcomm pero cumple. En el caso de Smart Tab III, la combinación software y procesador suman en positivo con aplicaciones que no tardan mucho en cargar.

Aún así, hay algunos detalles que podrían ir más finos. El launcher tiene algunas animaciones algo lentas, así como las transiciones. Más allá de él, las aplicaciones abren de forma rápida.

No puede con los juegos más exigentes, pero sí con la mayoría de ellos. A la hora de abrir vídeo no tiene ningún problema, siempre y cuando no lo intentenmos con un contenido a más resolución que la de su pantalla.

En lo que respecta a la batería, nos encontramos una sorpresa agradable: aguanta mucho tiempo. Es capaz de llegar a las nueve horas de uso, con la pantalla encendida, siempre con la conexión de datos móviles activa.

La cifra puede variar un poco, en función del uso que hagamos, pero en ningún momento me ha parecido escasa para el uso que he hecho del tablet. Cumple bien y no se calienta mucho cuando lo estamos usando con intensidad.

Nunca he sido un entusiaste de hacer fotos con un tablet, quizá por el hecho de vivir en una ciudad donde es habitual ver a turistas con ellos en las manos fotografiando monumentos. No sólo por lo incómodo que resulta sino porque no suelen ofrecer gran calidad.

El Smart Tab III de Vodafone no es una excepción y sus cinco megapíxeles nos darán imágenes decentes con mucha luz pero con bastante ruido en interiores. Lenta en el enfoque, se me hace completamente prescindible.

La frontal, una VGA más que cumple para las videoconferencias y poco más. Componentes que están por el interés que despiertan, pero con esa calidad dan ganas de dejar de usarlos a excepción de la frontal, que sí es muy útil para charlas en Skype y demás.

Como decíamos al principio, este tablet no va orientado a ser rompedor ni competir con los grandes nombre de esta categoría. Pelea por el precio, y sobre todo para vender líneas móviles ofreciendo un dispositivo modesto a un precio atractivo.

En relación calidad precio, 144 euros, es un buen tablet de diez pulgadas. Tanto para tener en casa para navegar como para salir con él gracias a la conectividad 3G. Se echa de menos el LTE, con toda la promoción que está haciendo la compañía.

Si no somos especialmente quisquillosos ni vamos a hacer un eso exhaustivo, es una opción económica a tener en cuenta. Lástima, por muy obvio que resulta, que esté ligado al operador pero Lenovo, en esa gama de precios, tiene alternativas similares bastante interesantes también.